¿Yo Profesor?
¿YO PROFESOR?
Anécdotas y reflexiones de la manera como percibí mi vivir en la educación.
Rubén Cassina
No puedo evitar responder a mi condición de ser un sistema viviente y por lo tanto portador de una memoria genética que contiene la remota historia de la especie
biológica a la que pertenezco. Este fenómeno, de acuerdo a lo que creemos saber, tal vez explique, o permita comprender, lo que son algunos de mis rasgos fenotípicos
que me emparientan con los demás miembros de mi especie. Pero en lo que hace a mis comportamientos, a los valores que he incorporado en mi vivir, a mi lenguaje, en el modo de relacionarme con los demás y quizás otros elementos de los que no tengo suficiente conciencia, todos ellos dependen fundamentalmente de los vínculos, de las relaciones que se han ido generando en el vivir junto con otros, con los que he coexistido, es decir, la matriz social en la que crecí y me desarrollé.
En ese sentido, coincido con el juicio de Humberto Maturana cuando afirma que:
“Lo genético no determina lo humano, solo funda lo humanizable. Para ser humano hay que crecer humano entre humanos. Aunque esto parece obvio, se olvida al olvidar que se es humano sólo de las maneras de ser humano de las sociedades a que se pertenece.”